Aunque se ha hecho de rogar, por fin se va sintiendo la llegada del verano. No sólo en el sofocante calor que afecta a muchas ciudades, sino también en los comebacks veraniegos que ya empezamos a escuchar. Colores cálidos, visuales luminosos, outfits playeros y melodías alegres. Este año los chicos de ATEEZ se lanzan al summer concept y nos salpican con GOLDEN HOUR: Part.3. ¡Con K de Kpop te cuenta más!
Los chicos de KQ Entertainment ya tienen tras de sí una carrera de casi siete años desde su debut en 2018. Sin embargo, es sólo la segunda vez que hacen un concepto veraniego. Para la última vez que lo hicieron tenemos que remontarnos hasta 2019, cuando lanzaron su tercer mini álbum, Treasure EP.3: One To All. Un trabajo que nos dio algunas de las mejores joyitas del verano del K-pop como ILLUSION, WAVE o UTOPIA.
En su último comeback con GOLDEN HOUR: Part.2, Hongjoong, Seonghwa, Yunho, Yeosang, San, Mingi, Wooyoung y Jongho nos dejaron helados con Ice On My Teeth. Y es que, a pesar de lo refrescante y veraniego que puede sonar su título, el EP que incluye esta title vio la luz el pasado noviembre. Desde entonces, los chicos de ATEEZ nos han hecho esperar siete meses para enseñarnos su nuevo trabajo: GOLDEN HOUR: Part.3. Un mini álbum, el duodécimo del boygroup, que esta vez sí que viene para alegrarnos el verano.
GOLDEN HOUR: Part.3: el culmen de la era retro de ATEEZ
Está claro que desde hace varios trabajos los chicos de ATEEZ han marcado una clara dirección hacia la música retro. Ya sentaron precedente con Take Me Home (2021) y Cyberpunk (2022). En ellas, los sintetizadores e instrumentos como el saxofón recuerdan al subgénero musical del synth-pop de finales de los años 70.
En el anterior comeback, GOLDEN HOUR: Part.2, volvían a hacerlo con Selfish Waltz (2024). Un tema que vuelve a dar un salto en el tiempo hacia atrás con influencias claras del synth pop y del synth funk. También tiene toques del neo soul de los 90, que fusiona el soul clásico con otros géneros contemporáneos como el R&B, jazz o funk. Es así como ahora, con GOLDEN HOUR: Part.3, pareciera que los chicos de ATEEZ cierran este ciclo.
Así, las cinco canciones que componen el mini álbum bailan entre muchos géneros, pero casi todos de otros tiempos. Rompe el hielo el title track: Lemon Drop, una canción que nos devuelve a mediados de la década de los 2010. Su sonido nos teletransporta así al hip-hop de hace diez años, cuando lo petaron temazos como The Hills (2015) de The Weeknd. La misma estela sigue el segundo tema: Masterpiece, que vuelve a mezclar dance, hip-hop y R&B.
Le sigue Now this house ain’t a home, probablemente la pista más nostálgica del mini. Con un sonido que se mueve entre el R&B y el pop alternativo, es la letra lo que más invita a la añoranza. Estrofas como “Ese pedazo de mí que nunca se fue” o “Tengo mucho que ver, no me arrepiento, tengo que ser”, exploran la distancia emocional entre un espacio físico y el verdadero significado de un hogar. Ese sentimiento de que, a pesar de que se supone que estás en casa, ya no te sientes como tal.
El EP continúa con Castle. Quizás esta sea la canción que más se alinea con los sonidos de principios de la carrera de ATEEZ. Recuerda así a canciones como FEVER (2020) o The Letter (2021). Terminamos con Bridge: The Edge of Reality, una de esas canciones de intro y cierre de disco a las que los chicos ya nos tienen acostumbrados.
Si la vida da limones… ¡ATEEZ te hace una canción!
Volviendo a la title track, Lemon Drop, su videoclip no ha dejado indiferente a nadie. Si bien los chicos de ATEEZ nunca dejan de sorprender, esta vez salen más sexys que nunca. Y es que el calor les ha llevado a extremos: ventiladores, paseos en descapotable, ropa mojada o directamente poca ropa. Incluso se lanzan a la piscina (literalmente) para combatir el bochorno.
Su título (Lemon Drop) también alude a la necesidad de tomar un refrigerio que muchas veces nos asalta en las típicas noches de verano. Esto se debe a que el Lemon Drop es un cóctel hecho con vodka, jugo de limón y jarabe simple que suele servirse frío. Esta mezcla le da un toque entre dulce y ácido a lo que se suma azúcar en el borde del vaso para añadir un contraste de textura. Además, la importancia del limón también se refleja en la coreografía, que hace referencia en su paso clave al hecho de exprimir esta fruta.
Por último, la letra de la canción es bastante sugerente. Algunas estrofas son “Mi cuerpo tiembla”, “La noche de verano arde, solos tú y yo, nuestra pequeña fiesta” o “Nos quedamos despiertos hasta el amanecer”. Toda una declaración de intenciones.
¿Un álbum y una gira un poco precipitados?
Es cierto que un disco y una gira son siempre bien recibidos por los fans. Sin embargo, a veces puede ser demasiado pronto. Además, hay que tener en cuenta que una de las principales críticas que suele recibir la industria del K-pop es la sobreexplotación laboral a la que muchos de sus artistas están sometidos.
En este sentido, los chicos de ATEEZ estuvieron de gira norteamericana hace apenas un año. Así, en julio y agosto de 2024 la boyband viajó por Estados Unidos y Canadá, realizando un total de 13 conciertos en 10 ciudades diferentes. Y apenas unos meses después se embarcaban en un tour europeo con el que aterrizaron en Barcelona el pasado mes de febrero.
Teniendo en cuenta lo reciente que son estos últimos conciertos, muchos ATINY se mostraron sorprendidos, e incluso un poco enfadados, cuando el grupo anunciaba en marzo (apenas un mes después de regresar de Europa) una nueva gira con paradas en Corea del Sur, Japón y Norteamérica para los próximos meses de verano de 2025.
Rumores de servicio militar y disband
Las teorías que han circulado por redes sociales acerca del por qué de la celeridad para anunciar una nueva gira mundial son numerosas. Desde el afán de KQ Entertainment por ganar cada vez más dinero a costa de los chicos, a problemas económicos de la compañía o la posibilidad de que los integrantes comiencen a alistarse en el servicio militar. Así, los hombres surcoreanos deben ir a la “mili” antes de cumplir los 28 años.
No obstante, hay excepciones, como la llamada coloquialmente “ley BTS”. Se trata de una enmienda aprobada en 2020 por la Asamblea Nacional de Corea del Sur (órgano legislativo) que permite a los artistas masculinos de K-pop que han recibido medallas del Gobierno por sus contribuciones a la reputación nacional posponer su servicio militar hasta dos años o hasta que cumplan los 30.
Además, tal y como comentamos en nuestro reciente post sobre la maldición de los siete años, las alertas han saltado en torno a ATEEZ, especialmente teniendo en cuenta que su contrato cumple los siete años el próximo mes de octubre. De momento, lo único que podemos seguir haciendo es disfrutar de la música que nos regalan y del talento que rebosan sus ocho integrantes.