El solista creó un ambiente íntimo en la sala Independance el 27 de febrero con su tour Blue Print. ¡Te contamos los detalles en Con K de Kpop!
Uno de los solistas más prominentes del panorama del R&B coreano nos ha honrado con una visita a nuestro país para ir calentando nuestros cuerpos de cara a la primavera. Sí, K-Piñers, estamos hablando del concierto de Colde, que decidió hacer una paradita en España durante su gira Blue Print, con la que también visitó Italia, Chequia, Alemania, Francia y Reino Unido. Lo que también se llama: un buen tour europeo.
Y podemos deciros que nuestro país no sólo disfruta de los grupos y bandas más conocidos de Corea del Sur. La cantidad de gente que estaba esperando en la fila para entrar a la sala Independance, donde iba a tener lugar el concierto, es prueba de ello. Y es que os reconocemos, K-Piñers, que artistas como Colde ofrecen un espectáculo muy diferente al de los artistas que suelen pasar por nuestro país. Eso es algo que sus fans tenían claro, y esperaban con ansias.
basecamp subiendo el telón
La gente que no tenía entrada V.I.P. entraba corriendo a la íntima sala para conseguir los mejores puntos de visión. Todes esperábamos con ansias la salida de Colde. Pero, ¡oh sorpresa! No fue el solista el que apareció primero en el escenario. Bueno, en realidad mucha sorpresa no fue, si leíste nuestro post sobre el concierto de este artista. Se sabía que Colde contaba con compañía en Blue Print.
En este caso, los teloneros fue la banda basecamp, compuesta por Moon Junho y Chae Wookjin, y compañeros de empresa (además de compositores) de Colde. El dúo empezó a calentar el ambiente con un estilo que se combinaba perfectamente con el set list de Colde. Nos deleitaron con sus singles wandering (al que añadieron un precioso intro), Sun and Life y dos canciones de su último EP, Mahogany: From John y Silverline.
La respuesta del público fue muy enérgica desde el minuto uno. Incluso basecamp quedaron bastante sorprendidos. ¡La gente les hizo sentir que eran la estrella principal de la noche con su entusiasmo y dedicación! Quién sabe, quizá después de esta cálida acogida, la banda planee alguna aparición futura por nuestro país… Aquí, en Con K de Kpop siempre pensamos que, cuántos más artistas vengan, de todos los géneros posibles, ¡mejor!
El protagonista de Blue Print aparece en escena
Pero, aunque los hiciésemos sentir como las estrellas de la noche, el concierto realmente giraba en torno a otra persona. Y esa persona entró con una sonrisa en la cara, saboreando la reacción del público. Si ya habían gritado con basecamp, el gesto de Colde parecía prometer que nos íbamos a desgañitar con él. Y no podemos decir que no ha sido así. Sí es que salió con una energía «muy disfrutona», citando a nuestra fotógrafa María (que mirad que fotones que nos hace).




¿Cómo no iba a darlo todo la gente desde que apareció, si nos hizo corear Toxic Love, Heartbreak Club y YAYAYA? Temazos para ir calentando el ambiente, e irnos mentalizando de que Colde iba a darnos un verdadero espectáculo. Tras saludar a su público, el artista continuó con su canción Poem (Shhh), a lo cual le siguió más interacciones con unes fans ya completamente entregados.
Con un tono más melancólico, que llenó la sala con un toque más íntimo, y un poco menos festivo que con el que empezó el concierto, Colde empezó a mostrar toda la expresividad de su performance con You don’t need my love? . Un tono que pronto dejó atrás gracias a Light, que hizo que el público volviese a moverse con esta canción tan groovy.
Más invitados, ¡y regalos!
Otra de las sorpresas (de nuevo, no tan sorprendente) de Blue Print llegó con BASS, la siguiente canción que Colde nos presentó. Porque, de repente… ya no estaba solo. ¿Quién era ese chico que entraba en el escenario? Pues nada más ni nada menos que el otro artista de la canción, el rapero Khakii, otro compañero de agencia de Colde. Ambos presentaron a continuación JUICY, canción inédita, demostrando una grandísima química entre ellos, y con el público. Tras estos stages colaborativos, en el que los dos se lo pasaron en grande, Colde se retiró para dejarnos a merced de Khakii.
Y de nuevo, la gente estuvo a la altura. No hubo canción (LOST, Coffee, MANGO y Double up) que no fuera coreada y jaleada. Sin duda, todo el mundo tuvo el mismo pensamiento en ese momento: hemos venido a ver a Colde pero… ¡hemos acabado en un festival de tres artistas completamente diferentes!
Aún así, la cabeza de cartel seguía estando clara, y Colde no tardó en aparecer tras la cálida despedida de un Khakii gratamente sorprendido por la acogida del público español. Su reciente Nirvana Blues, la potente Lighter y la groovy I Fxxking Love You fueron las que nos recordaron por quién nos habíamos congregado todes en la Independace. Tras estas tres canciones, vino un regalito, acompañando la canción Sunflower: Colde lanzó un girasol artificial al público. Todo el mundo empezó a calentar para saltar a por el regalo, pero solo une afortunade se pudo hacer con el recuerdo. Aprovechamos para recordar a todo el mundo que la seguridad es siempre lo primero en un concierto. Quedarnos con recuerdos siempre es genial, ¡pero poder disfrutarlo segures es lo mejor que nos podemos llevar de la experiencia!.
Lagrimitas en los ojos… y mucha fiesta
Tras Control Me, Colde apareció haciendo honor a la tradición de Blue Print: con una camiseta temática del país que visitaba. ¿Qué tenía la camiseta de España? Pues una monada de vaquita (que o te recuerda al norte de nuestro país, o al Grand Prix, tú decides). A él desde luego le pareció un diseño adorable. Con esta camiseta dejó una cosa clara. El poder escénico de Colde es tal que incluso con una vaquilla mona podía hacerte llorar.
Porque sí, K-Piñers, aparte de reír, lloramos mucho en este concierto. Las culpables no fueron las siguientes canciones, I Color You y WA-R-R. Fue After Everything. Maldito (bendito) el día en que Colde decidió sacar este BALADÓN que te cura y te rompe por dentro a la vez. La mirada intensa que Colde dirigió (o parecía dirigir, déjenme ser delulu) a cada une en la sala mientras cantaba te hacía sentir el dolor que narra esta canción. No me toquen, sigo sensible.
No os vamos a engañar, Star no mejoró la cosa. Vaya, parecía que Colde había dejado todo el material emotivo para el final del concierto. Yo ya me estaba preguntando que cómo iba a volver a casa después de semejante violencia emocional, cuando sonó Dance. Un recuerdo del dúo en el que Colde debutó en la escena: offonoff. Con esta canción, el artista hizo bailar de nuevo a todo el mundo en la sala… literalmente, ¡hasta al apuntador! Todes sonreíamos con el staff de WAVY, que se lo estaba pasando casi mejor que el propio Colde.
Blue Print nos deja con ganas de más Colde
Tras este impresionante set, vino el momento riguroso de la foto con la bandera y el público de España, y… el encore, al que también se unieron de forma muy entusiasta Khakii y basecamp (tráiganlos a España en solitario, WAVY, ¡que se han quedado con ganas de más!). Covers de Smells Like Teen Spirit (canción citada en Nirvana Blues) y la clásica Wonderwall fueron un plus para todes les fans del rock en la sala. Y eran unes cuantes, a juzgar por el coreo de la dos canciones.
Este momento puso punto y final a una noche en la que brillaron dos cosas. Por un lado, el público, que lo dio todo desde el minuto uno. Por otro, Colde. Creednos cuando os decimos que es un animal escénico que merece mucho la pena ver en directo. Es de esos artistas que se nota que vive por estar encima de un escenario. Y que necesitan muy poco para hacerte llegar todo lo que quieren hacerte llegar. Lágrimas incluidas (esas miraditas intensas… todavía no las perdono Colde).
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